La mermelada cayendo del frasco roto. Catarata lenta de dulce y de vidrios. Te comía en mis tostadas y sangraba mi panza. Un día me levanté y estaba bañada, roja. Me metí en la ducha y los vi brillar, yéndose con el agua. Rodaban, transparentes. Con la sangre se fue el dulce. Ya no estás adentro.
tal vez esto sea algo en algún momento
domingo, 28 de agosto de 2011
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